El análisis de James Petras en CX36, 16 de diciembre de 2019
“Aquí en Washington, en Nueva York y en Wall Street se habla de amenazas, del peligro de Cristina Fernández de Kirchner que podría influir la política de una forma populista, para ellos una mala palabra porque significa inversiones en el consumo popular”, dijo el sociólogo norteamericano, profesor James Petras, en su espacio de los lunes por CX36 (*). “Por esta razón hay que apoyar críticamente las medidas del presidente Fernández en este momento, pero seguir y aumentar las presiones para contrarrestar los evidentes efectos negativos que van a imponer los inversionistas”, dijo y destacó que es imprescindible también que existan “las movilizaciones populares” para presionar y respaldar al gobierno. Además analizó los resultados de la cumbre del clima que se realizó en España y el escenario que dejó las elecciones del Reino Unido. Transcribimos esta nota que Usted puede volver a escuchar aquí:
https://archive.org/details/20191216jamespetras_201912
Hernán Salina: Desde Montevideo estamos recibiendo con mucho gusto al profesor James Petras desde Estados Unidos.
Buenas tardes, James. Buen día para Usted.
James Petras: Buenos días.
Acá estamos con un poco de lluvia, muchas nubes pero no nieve.
HS: Nos alegramos que al menos se estén salvando de la nieve.
Queremos comenzar esta columna con la asunción del nuevo Presidente de Argentina, Alberto Fernández y las primeras medidas que ha adoptado en materia económica, intentando incentivar el consumo interno, el aumento de las retenciones para el agro que ya tiene repercusiones. ¿Cómo se puede evaluar este comienzo?
JP: Son pasos positivos en el sentido de que trata de revertir la economía de (Mauricio) Macri y afectar a los grandes capitales en el agronegocio. Pero más allá de eso está implementando medidas para aliviar la pobreza en el caso inmediato.
Hay que ver en qué grado el gobierno, incluso el Congreso y la Presidencia, puede implementar las medidas que puedan impactar en el 40% de los argentinos que están en la pobreza y de los que están viviendo día a día.
El hecho es que el gobierno tiene que cumplir algunas medidas porque hay una enorme masa de gente que estaba marchando en las calles, que apoyaron el voto con esperanza de que algo pase en lo inmediato.
Ahora, hay que ir más allá de las medidas positivas inmediatas y ver de qué manera podría afectar la estructura, porque aquí en Washington, en Nuev a York y en Wall Street se habla de amenazas, del peligro de Cristina Fernández de Kirchner que podría influir la política de una forma populista, para ellos una mala palabra porque significa inversiones en el consumo popular. No tenemos ninguna garantía de que bajo las presiones de Wall Street los banqueros en Argentina y los graneros, podrían realizar las medidas.
Por esta razón hay que apoyar críticamente las medidas del presidente Fernández en este momento, pero seguir y aumentar las presiones para contrarrestar los evidentes efectos negativos que van a imponer los inversionistas.
Si hay un boicot sobre inversiones ¿qué va a hacer Fernández?
Tiene dos caminos: Uno tomar medidas más radicales para compensar por las pérdidas del sector privado. Y la otra alternativa, es capitular sobre las presiones del gran capital y dar la vuelta a las esperanzas populares.
HS: ¿Se puede esperar alguna acción de presiones importante, como se hizo en el anterior período kirchnerista desde los sectores poderosos del agronegocio, contra este gobierno?
JP: Si, es evidente. Ya estamos leyendo los diarios financieros aquí y hablan de boicot, hablan de paralizar las plantas nuevas y hablan de seguir aumentado las presiones para doblegar al gobierno. No hay ninguna duda de que el gran capital no va a tolerar ninguna medida que pueda afectar las ganancias y beneficios que recibieron con Macri.
En otras palabras, entramos en fase de guerra. Y eso depende mucho de la capacidad de luchar, no sólo del gobierno, sino también de las movilizaciones. El gobierno es vacilante, si las presiones y movilizaciones de antes de las elecciones aumentan y pueden contrastar la ofensiva inevitable del gran capital.
Si no hay movilizaciones y simplemente se cruzan los brazos para ver qué hace el gobierno, serán los perdedores.
HS: Yendo al norte Petras, queremos evaluar con Usted lo que dejaron las elecciones en Inglaterra con el triunfo de Boris Johnson que lo reafirma en el camino del Brexit, de la salida de la Unión Europea y la derrota de los laboristas, con Jeremy Corbyn que era mostrado como una opción progresista. ¿Qué valuación política se puede hacer de esto?
JP: No hay mucho impacto aquí. Uno tiene que ver en algún sentido que Donald Trump apoyaba a Johnson, y eso es evidente. pero del otro lado, Trump no presta ningún nuevo apoyo, nuevo trato, nueva política, nuevas ofertas económicas y el mismo Jhonson empieza a negociar ahora a ver en qué grado podría llegar a un acuerdo con la Unión Europea. Es una situación de gran esperanza del gran capital de que a partir de las elecciones, derrotados los laboristas, puedan aumentar las presiones sobre Jhonson para llegar a un acuerdo favorable a los banqueros. Y eso me parece que está dentro de las cartas.
Jhonson ya dice que va a buscar soluciones pragmáticas y no indica qué significa pragmáticas. Yo creo que en algún sentido, las negociaciones con Europa van a seguir y tal vez postergue el día de decisiones esenciales. Postergar en el sentido actual significa que sigue todo igual como en el pasado.
HS: Pero ¿por qué se dio la derrota laborista en un Reino Unido en crisis económica? ¿Por qué se abrió la opción de los conservadores más que los laboristas?
JP: Creo que el Brexit del Partido Conservador ofreciendo a los obreros que van a escapar de las presiones de la Unión Europea, que sienten lo negativo de sus maneras de conseguir trabajo, que quieren crear el capitalismo de bienestar social en un Estado.
Pero en realidad la clase obrera está dividida. Los escoceses en el norte se quieren quedar en la Unión Europea; los obreros en gales lo mismo; los irlandeses igual. Entonces hay una fragmentación de la clase obrera entre diferentes nacionalidades. Y eso tiene como resultado bajar el apoyo de la clase obrera a estos sectores.
También la amenaza de irse de Europa asustó a algunos sectores de los trabajadores, porque piensan que si se quedan en Europa va a aumentar la inmigración y van a bajar los salarios; hay un aumento del nacionalismo, un chauvinismo y falta de solidaridad que también tuvo un impacto negativo en la votación laborista.
Y también en la aristocracia de trabajo votaron a los conservadores pensando que podían defender sus privilegios.
HS: Culminó en España estas denominadas cumbres del clima sin avances concretos en materia de reducir las emisiones contaminantes en el mundo.
JP: Si, fue un fracaso total. Porque los diferentes países capitalistas, al lado de los países del tercer mundo, no pudieron llegar a un acuerdo de concesiones para continuar la política actual fracasada. Es una situación muy dramática porque Estados Unidos con Trump, renunció a estar presente en el acuerdo. Eso significa que Europa y los países del Tercer Mundo tienen que negociar sin el apoyo norteamericano y con los norteamericanos contaminando todo el mundo sin restricciones.
Es un despelote porque nadie sabe cómo tomar medidas para abrir negociaciones consecuentes.
HS: No parece ser el camino más indicado esperar resoluciones desde los gobiernos en este tema.
JP: No, ninguno.
HS: ¿Hay otros temas que quiera mencionar esta semana?
JP: Si, varias cosas.
Primero, en Chile el 90% de la población quiere nueva Constitución. De ese 90% la gran mayoría quiere cambiar la infraestructura económica, pensiones, salarios, jubilaciones; pero hay una división entre los que están apoyando la nueva Constitución, porque algunos quieren un documento sin cambiar la estructura; otros -la gran mayoría- quieren usar la Constitución para cambiar el poder económico y social.
Finalmente, podríamos decir que la Navidad aquí ha cambiado en todo sentido La Navidad es un proceso de promover el comercio, no hay ningún contenido sobre la natividad, el nacimiento de Jesús, la persecución de José ni María tener que esconderse en una granja, la pobreza de los que no tenían trabajo, los carpinteros, todo está ex cuido ahora, todo es comprar, comprar, consumismo y toda la propaganda excluye la posibilidad de entrar en más medidas profundas sociales y económicas que afectó la Navidad.
HS: Y la producción de lo que consumimos son también elementos de contaminación para el planeta en su inmensa mayoría.
JP: Si, no hay duda. La contaminación crece, los peligros crecen , los pueblos quieren cambiar las cosas y los gobernantes no están tomando ninguna medida porque sirve a los intereses del gran capital contaminando el mundo.
HS: Un buena reflexión previa a la Navidad, igual estaremos con un último contacto el próximo lunes. Un abrazo Petras.
JP: Un gran abrazo para vosotros y los oyentes.